Cada cierto
tiempo un sueño muere en este país, hace más de tres años un grupo de personas
logro mover a arquitectos para desarrollar proyectos en Pisco, una ciudad que
fue castigada por un terremoto.
He visto
como este grupo de personas han hecho todo lo humanamente posible para ayudar a
personas, para ayudar a devolverle vida a una ciudad complicada.
Pero como
una flor que se marchita en el desierto, se me parte el alma de ver tanta gente
joven, que sueña con ver a este país diferente pero que ante tanta indiferencia
termina finalmente absorbido por el sistema.
Este es un país
que mata sueños, en este país el presidente prometió reconstruir Pisco, luego
de la desgracia de Forsur y la corrupción del gobierno Aprista, este gobierno prometió
acabar con la corrupción de muchos contratistas que cobraron y cobran al
parecer por obras inconclusas, donde cual buitres, se alimentaron de la miseria
humana.
Este país entristece,
entristece como buenas ideas son descartadas para mantener el status quo político
y económico, los jóvenes que quieren hacer mucho, que tienen un liderazgo
terminan dispersos, frustrados ante tanta indiferencia.
Este país,
entristece…todo lucha por cambiar, menos los viejos sistemas decía Neruda. Esperemos
que algún día la primavera llegue a este país.