A votar por la Honestidad

Este Blog habla de Barranco, este blog no debería  hablar de temas que pasan en otros países, pero creo que los mejores posts han sido escritos en un hotel en Bogotá, a veces  anotando cosas en el cerro Monserrate, o en el jardín de la biblioteca Virgilio Barco.

Colombia significa mucho para mí, así que voy a traspasar la línea del no debería a hablar de Antanas Mockus y de Sergio Fajardo, hace varios años Medellín y Bogotá eran sinónimo de muerte y nadie al menos en Perú que estábamos saliendo de una violencia feroz de dos décadas se nos ocurriría ir a visitar Colombia y sus principales ciudades.

Pero el liderazgo de estos ex alcaldes, la capacidad de los intelectuales colombianos de entrar en política, han cambiado el rostro de Medellín y de Bogotá, tanto que me he sentido seguro, y quizás más seguro que mi propia patria.

Confieso que Uribe ha hecho mucho para que dentro de un marco democrático se combata la subversión, pero las reelecciones no son buenas, un país no debe depender solo de una persona, se debe crear institucionalidad, y Antanas y Sergio proponen esto; muchos amigos colombianos me decían hace meses …pero si Fajardo y Mockus son solo unos idealistas y sonadores!!! Pero yo les decía vamos esa es la gente que se necesita.

Este domingo ciudadanos colombianos hay que ir a votar en Colombia, y quizás muchos de mis amigos no lo vean, pero son un gran país, y pueden ser mucho más, si se confía en el liderazgo y en principios que en política estaban olvidados, como el respeto a la vida y la ética.

Un abrazo a la distancia…aquí en Perú todavía estamos en pañales, esperamos que las nuevas generaciones cambien la situación en el Perú, así que a votar por Antanas Mockus y por Sergio Fajardo. A votar por la Honestidad!!!

Chipojos y Camaleones

Tengo un amigo cubano en el exilio de muchos años,  el me contaba la historia de los chipojos y camaleones, estos animales tiene una capacidad única de mimetizarse con el entorno en el que se encuentran de acuerdo a cuan conveniente es la situación para su supervivencia, y para atrapar sus presas.

En el Perú en cada distrito, en cada aldea, en cada provincia y en la capital hay muchos chipojos y camaleones, ejemplos hay muchos y pongo tres claros ejemplos; En Barranco hay un regidor del Apra, Don Pedro Rodríguez, que ha pintado cuanto muro hay en el sector este de barranco, el dice que ya no es aprista, durante mucho tiempo se convirtió en parte de un movimiento que se llama “Barranco somos todos”, yo pensé bueno tiene su derecho, el Apra no representa la reserva moral ni del país ni de Barranco, yo dije: “se ha separado”. Pero pasado algunos meses llega el volante que arriba se expone, y Don Pedro Rodríguez ahora va con Alex Kouri; quien ha hecho una vía expresa de 15 cuadras(?eso se le pude decir vía expresa?); quien estuvo sentado con Vladimiro montesinos, quien es hermano del que recibió dinero del mismo Vladimiro para ser tránsfuga o convertirse en camaleón.

Cesar Hurtado entra dentro de esta misma especie política, hace algunos meses era parte de Alianza para el Progreso, ahora tiene el corazón gigante de Somos Perú; ¿por qué cambio tan rápidamente? No lo sabemos, probablemente el camaleón nuevamente se pinta del color que mejor le convenga.

El partido Humanista de Yehude Simons, esta mutando…buscando rostro, hay ya muchos camaleones tratando de usar este color para cazar a su presa.

Y finalmente, nuestro alcalde de Restauración Nacional, Don Antonio Mezarina, el alcalde de su familia, perdón “de la familia”; ahora ya no es mas de restauración nacional, ahora es de Barranco nuevo rumbo; yo soy medio idiota para esto de asuntos de politiquería, si él dice que barranco está cambiando para bien en cuanto muro hay en Barranco….¿porque le llama a su agrupación nuevo rumbo?, osea ¿el rumbo en que vamos bajo su liderazgo es equivocado?

Fidelidad es una de las pocas cualidades que poseen estos rastreros de la política, que no buscan el bien común sino el obtener un botín, que salen con sus caras sonrientes como si la política fuera un circo, cuando es una de las cosas más serias el administrar un distrito como Barranco que está en bancarrota. Con un déficit de millones de soles.

Recuerdo un discurso de Salvador Allende, que le gusta mucho a mi padre y tomo una frase, “ es tiempo de que cristianos, católicos y evangélicos, interpretemos el verbo de Cristo de sacar a estos mercaderes del templo”. No existe una ley para castigar a estos camaleones y  tránsfugas, pero esperemos que el pueblo de Barranco sea lo suficientemente inteligente para recordar que si alguien no es leal con su propio grupo menos lo será con el dinero y con la cosa pública.

Hasta más vernos.

Demanda administrativa presentada por vecinos

Barranco: demoliendo la ley y el malecón

Diego García-Sayán

“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila. 

Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.

Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.

La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles  residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.

Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.

Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.

Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambiente.