6.03.2012

Tiempo de decir adios



Los últimos días tengo una extraña sensación mezcla de tristeza y no mucha alegría, el dejar el viejo piso que me albergo durante tres décadas en Barranco para mudarme a un departamento nuevo, pues me causa una extraña tristeza, es complicado dejar las cosas, ya [dejar] de por si es complicado.

En cada reunión, mis amigos con muy buena onda pues me felicitan, se alegran por el éxito de los chicos que nacimos en los setentas y que ahora tienen más posibilidades de crecer, el depa, el estacionamiento, el auto y la chica y terminas el círculo de tu casita de la familia feliz, the peruvian dream.

¿Que encanto puede tener una casona republicana de 1,900?, pues muchos, la casa esta vacía, pero puedo ver, como fantasmas del pasado, los buenos recuerdos, los lugares en los cuales jugaba cuando era niño y como a través del tiempo, esa casa que parece gigante se va haciendo a medida que creces más chica, veo a otra esquina y puedo verme a mí mismo, haciendo una maqueta, quedándome hasta tarde, tomando un café cuando amanece.

Hoy Salí por una vez más a mi balcón,  mire y me dije a mi mismo, los Ficus crecieron, la planta de mi vecino del frente casi se junta con mis árboles, que he sido tan afortunado de poder ver la silueta de la Iglesia de san Francisco de Asís, que debí haber mirado esa imagen mucho más veces, que debí haber sentido más garuas caer las mañanas de domingo, que debí ver más gente caminar, gatos y bicicletas pasar.
Hace casi una década escribí una tesis y un artículo en como Barranco, como lugar de convivencia estaba pasando por un rápido proceso de deshumanización de sus espacios públicos, y no voy entrara en detalles, pero lo demostré matemáticamente, algunos arquitectos que hemos evolucionado, creemos que hay lugares de la ciudad que tiene un valor en sí mismo, que no puedo decir alegremente esta parte de la ciudad es zona monumental, y luego buscas a un urbanista convenido y  relativamente conocido que sale a decir  es mejor reducir esta área”, es como que alguien me dé la condición de ciudadano peruano y algunas décadas después me diga, hey usted ya no es ciudadano, ¿podemos hacer eso?

Hace unos días salió un artículo en Caretas sobre la intención del PPC en barranco de reducir la Zona monumental de Barranco, hacer eso es quitarle el alma a la ciudad, un grupo de arquitectos amigos míos y el INC han trabajado muchos años por hacer un inventario de viviendas en barranco.

No lo digo yo, pues yo he vivido mucho y construido muy  poco, lo dijo Sir Richard Rogers, así que es bueno escuchar esto de alguien que ha ganado el pritzker Price en arquitectura, [La fealdad de las ciudades modernas no esculpa del estilo moderno, ni de un grupo de arquitectos, es culpa de la especulación inmobiliaria y de extraños intereses que van más allá de lo político].

La intención de reducir la zona monumental es simple, probablemente piensan dejar que barranco se llene de torres y dejar solo al puente de los suspiros como monumento Histórico, entonces la vieja casona donde viví, se convertirá en una lujosa torre de departamentos de 30m2!!!

Que gana el PPC con esto, ¿beneficios políticos o monetarios???? Hay pocos lugares en ciudades modernas donde te dicen a Tu eres barranquino!!! Antes que Limeño, eso es algo quizás no nos hemos dado cuenta, a tú vives en Miraflores que bien…pero tú no vives en barranco, eres barranquino, esa es la diferencia entre una ciudad con un centro histórico vivo, y una ciudad como miratorres…

Estamos en contra del progreso??? No, hay zonas de Barranco que hoy son viviendas taller, un urbanista sabio, como yo obviamente,( si pues ya me canse de ser muy humilde), le daría más densidad a la zona al norte del Parque Butters, las vías son anchas se pueden tener viviendas de alta densidad, y con mejoras en el Mercado actual, puedo derivar la presión inmobiliaria hacia esta zona.

¿Que gano? que la zona monumental se salve y con un programa de canje de impuestos por restauración, haría que más vecinos vengas a Barranco y que vivir en Barranco sea sinónimos de estatus por el solo hecho de restaurar una casona, como la hecho el nuevo vecino Ilustre Mario Testino.

Mañana tengo las llaves me entregan oficialmente el departamento,  espero que la calle donde viví, los sitios donde caminé conserven esta alma, esta riqueza extraña que solo se gana a través del tiempo.

Tiempo de decir adiós, la garua cae.




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