12.28.2010

Concepción Benites, mi madre.

Recuerdo que mi padre me dijo una vez que vio a mi madre, sola en el jardín posterior  de la casa, el llegaba después de un largo viaje, entro sigilosamente a la  casa, el era  del tipo que pensaba que todo el mundo era infiel, tragóse sus pensamientos al  ver a mi madre sola cuidando las plantas de la antigua casa. Dice El que le pidió a Dios que le concediera a mi madre concebir, pues temía que la soledad abrumara su vida.

No se si Dios escucho la petición de mi madre y mi padre, pero después de diez largos años de matrimonio, cerca al día que le dio el nombre a mi madre, pues ella nació un 11 de diciembre, cerca  al día de la inmaculada concepción, probablemente fui concebido, obviamente mi concepción no fue tan inmaculada, tuvo que haber sexo sino no estuviera aquí,(no digo que el sexo sea malo) nueve meses después de diciembre, en agosto, bajo una lluvia copiosa, llegue a este mundo.

Recuerdo de mi madre, el Kinder, mas antes obviamente no recuerdo nada, recuerdo la vez que me escape por debajo de las piernas de la profesora, los  desfiles en el balneario de Ancón , cuando todavía era el balneario  don de se reunía la proust de la sociedad limeña, la vez que me pusieron un cartel en un desfile que decía “yo seré doctor”…cosa que obviamente no se cumplió, la lucha por tratar de que ingrese a la primaria a pesar de que era muy niño, tenia 5 años, el estar atenta a mi desarrollo en la escuela, las tareas, el exigirme a veces demasiado, el acostarme temprano, el regalo que a veces mi padre no podía darme ella con sus ahorros lo conseguía, el regañarme por decir lisuras, ella siempre decía “ yo viví con una señora cuya boca era una letrina , pero nunca le aprendí ninguna lisura” hasta ahora es su frase, pareciera que veía en mí esa parte de mi padre  que podía ser corregida.

La manera estoica con que asumió el que mi padre nos dejara, ha habido también muchos problemas, discusiones y castigos que en mi adolescencia me parecieron injustos, pero probablemente sirvieron de mucho pues siempre he sido algo rebelde y mas que eso testarudo. Recuerdo de ella el café a las 12 cuando me amanecía haciendo los trabajos para la universidad, el sentirse mas feliz que yo el día que recibí mi titulo,  el hacer que los logros de otros sean tus logros, la comunicación constante.

Ayer antes de regresar de Trujillo de una reunión de negocios le  dije al taxista que se detenga en una de las mejores tiendas de dulces y compre los mejores antes de regresar a Lima. La vida le  dio un regalo, aunque yo me considero una carga,  y a la vez a mi me dio la bendición de tenerla a mi lado, creo que después de 29 años conmigo, ha hecho un buen trabajo, siempre me dice que no me deja herencias, me ha dejado el amor, amor a Dios, a la familia, a la vida, y con esa herramienta es suficiente como para sobrellevar esto que llamamos vida.

El temor de todas las enamoradas amigas, novias, esa es mi madre, la mujer silenciosa, que no discute, que con la mirada ya te dijo todo, que se ríe cuando hay que reírse, que sufre también cuando tu sufres, por eso   prefiero estar lejos la mayor parte del tiempo, no creo mucho en los días de la madre, creo que cada día debe ser importante, y que no hay necesidad de esperar un día para regalarle algo a alguien, cada día es especial si tu lo quieres.

Hay un verso, esta en la Biblia, que  tratare de parafrasear “regalo de Dios son los hijos, y de gran valor es el fruto del vientre”, ¿cual es el mejor regalo que nuestros padres quieren?, siempre le hago esa pregunta tonta a mi madre ¿que quieres que te regale?, pero mi madre me dice: el mejor regalo que me puedes hacer es  que nunca te olvides de Dios así como el nunca se olvido de mi, es un regalo difícil de hallar pues se trata de una promesa, cosa difícil de cumplir ...pero trataré de cumplirla.

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