8.28.2011

Nicolas Eduardo Barrientos Izquierdo, Mi padre, 1940-2011

Uno de los dos  Ceibos, que quedan en la periferia de Tumbes, la protección de tanto la flora y fauna era la prioridad la ultima semana en que vivió mi padre.
































Nicolás Eduardo Barrientos Izquierdo, siempre decía lo que pensaba, nunca se guardaba nada, Nicolás irrumpió en el despacho del ministro de guerra del general Juan Velasco Alvarado para reclamar los derechos de un soldado que había quedado herido e invalido, Nicolas consiguió que el Estado Peruano reconozca de por vida el derecho a una pensión digna a ese soldado.

Nicolás rehusó aceptar el dinero de una venta una lancha pesquera y dividirse injustamente el dinero entre pocos, y rechazó la oferta de un magnate de la pesca quien le ofrecía esto para quebrar una huelga, Nicolás Barrientos, era mi padre y estas son solo algunas de las pocas cosas que realizó mientras  andaba en esta tierra.

Aprendí a leer junto a su cama, a discutir sobre política, siempre leía La República, él era la izquierda yo escogí la derecha, Mi padre siempre lo sabía todo, de niño me hablaba de edificios que giraban, de trenes que podían levitar, de miles de cosas que parecían imposibles a inicios de la década de los 80s pero que se han hecho realidad en el inicio de este milenio.

Mi padre tenía miles de defectos pero fue siempre una persona honesta, y como persona honesta vivió austeramente, Mi papa salió en su Ford  Taunus con un pañuelo blanco, no porque era aprista sino porque había toque de queda en aquel entonces y tenía que ir a ver a su hijo recién nacido en el Hospital Cayetano Heredia, se peleó con la junta de médicos y salvo  su esposa, mi madre de una muerte segura después de yo haber nacido,  intentó que jugara fútbol, pero lamentablemente para él y para mí , yo era un negado para este deporte.

Mi papa soñaba con un Perú justo, le indignaba las injusticias y la forma en que muchas personas trataban a su prójimo, me queda como herencia más importante su actitud frente a la vida, la forma de tratar a ricos y pobres por igual, y su preocupación por los mas humildes.

Pero es casi imposible  recordar a alguien después de que se ha ido, las flores se secan, las lágrimas se evaporan con el sol de Tumbes, la mejor manera de recordarlo, es siguiendo y continuando lo que hizo, luchar por nuestros derechos como ciudadanos peruanos, entregar parte del tiempo a la comunidad, siendo honestos.

Fue difícil para mi dar este discurso el día en que enterraba a mi padre, pero sé que ese era el discurso que él hubiera esperado de mí, cuando ya todos se iban se acercaban los ciudadanos peruanos de la comunidad que el estaba ayudado, no solo para darme el pésame, sino para contarme sus problemas y necesidades, estuvo trabajando en los últimos dias en la protección de lo poco que esta quedando del bosque seco de Tumbes y preocupado como siempre por el cambio Climático.

¿Que quieres que digan el día que te vayas de esta tierra?....¿que tipo de vida llevas?...una vida relevante o una vida irrelevante, me quedan tantas frases de mi padre pero ya no los quiero aburrir, "Miguel Ángel, no hay que hacer el bien para ir al cielo, tienes que hacer el bien simplemente porque alguien lo necesita".

Mi padre se fue una tarde de un domingo, tuvo un entierro cristiano, y mucho más que eso, amó a Dios muy a su manera, y amó a su prójimo mucho más que a su propia vida.

Tumbes, 22 de Agosto del 2011

PD. Los dejo con algunas películas que reflejan más o menos el carácter de mi padre y la relación que teníamos.

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