La madre de Luis, durante estas últimas décadas se perdió la fiesta de graduación de la escuela de su hijo, ella no lo vio ingresar a la universidad ni graduarse en la misma, no lo vio enamorarse, ni casarse; no ve a sus nietos, la respuesta es simple la madre de Luis, Modesta, nombre que refleja humildad es una de la miles de personas que desaparecieron durante la violencia desatada entre 1980 y el 2000.
Hay mucha gente; amigos y mi familia que sabía que iba a perder este concurso, el terreno escogido para el lugar de la memoria era complicadísimo, no se pudo escoger peor lugar; pero tenía el deber de hacer esta arquitectura en particular, recuerdo que participé hace tiempo en una de las audiencias de la CVR y realmente pude ver la realidad; visite también la exposición en la Casa Riva Agüero y me quede con el comentario de Luis, que no encontró en la exposición ni el nombre de su madre, ni siquiera una foto.
Durante todas estas semanas la mía ha sido una búsqueda de un lugar de encuentro para Modesta y su hijo, búsqueda que ha pasado por lo físico, filosófico; la arquitectura es fea, no pretende ser bonita, pero si pretende decir muchas cosas, creo que la arquitectura tiene que partir de una idea, de un concepto y expresarlo en estos espacios.
Ya se dieron los resultados; espero que haya ganado el mejor proyecto, pero les dejo como dijo Kahn esta ofrenda a la arquitectura para la crítica y reflexión. Lo sucedido en el Perú en estas últimas décadas y que todavía prevalece es el Problema de la Injusticia, si este problema no lo solucionamos todos, este fenómeno volverá a repetirse.
Martin Luther King, premio Nobel de la Paz, expreso en un discurso una frase de la Biblia que dice: “Dios es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia”; la búsqueda de Modesta me sirvió de inspiración para el Lugar de la Memoria; Dedico este proyecto a Modesta, Luis y a los miles de peruanos inocentes que perdieron la vida durante esas dos décadas, espero que algún día algún Presidente puede pedir perdón como Jefe Supremo de la Fuerzas Armadas por los abusos que se cometieron por ambas partes; espero que en este Lugar Modesta y Luis puedan finalmente encontrarse y encontramos.
A continuación el link del Proyecto.
Y la Memoria que se que es aburrido para los jóvenes leer, pero igual se los dejo. Paz.
Memoria Colectiva.
La violencia desarrollada durante dos décadas en el Perú, se genera en una profunda desigualdad; durante siglos la sociedad peruana, ha negado la existencia de los andes, el desarrollo de las ciudades, se ha dado la mayor parte en la costa.
Este olvido, y esta exclusión, son reflejados directamente en este terreno, ¿qué hacer frente a un terreno al cual solo puedes acceder en auto?, el Lugar de la Memoria propone dos accesos para los peatones, uno bajando a través del Malecón de la Marina, y para los ciudadanos que vengan desde el sector norte de la ciudad cruzarán un puente peatonal, el puente peatonal es el primer símbolo del proyecto, el puente une dos lugares, y salva distancias, pero es un puente en el cual solo se puede mirar hacia la costa, solo al occidente, finalmente el puente parecerá continuar pero es cortado, y se llega a la Torre de la Decisión.
La Torre de la Decisión representa uno de los elementos donde empieza el Lugar, en 1979, el Perú empezaba dos caminos que teníamos que escoger, el de la democracia o la violencia, el muro final donde se ve la declaración de la constitución está quebrado, pues al mismo tiempo que se empezaba el camino democrático, a la vez Sendero Luminoso, el grupo terrorista abre otro camino, el camino de la violencia y del terror, la Torre de la Decisión es opaca, pues representa una miopía que se tuvo al principio sobre el tema de la violencia en el Perú.
El lugar de la Memoria tiene un partido simple, dos edificios crean un cerramiento a un espacio público interior, el primero de ellos es tortuoso, el edificio se quiebra, su forma en planta es la representación simple del odio, es asimétrico, desigual, el otro edificio, en el cual se desarrolla el auditorio es de una planta simple pero con todos sus lados iguales, lo que intenta explicar la arquitectura es que solo el camino a la igualdad, puede ayudarnos a que estas dos décadas no se repitan.
El tema del estacionamiento se ha resuelto en un primer nivel, pero prácticamente esta bajo el nivel visual del peatón desde las plazas públicas, hay 60 estacionamientos incluyendo una para discapacitados, este estacionamiento genera un retiro de la autopista, y con árboles se trata de bajar la contaminación acústica del lugar, a través de un sendero peatonal y rampas se accede al vestíbulo, cada vez las escaleras se hacen más estrechas, las rampas se hacen tortuosas, el vestíbulo no pretende ser lujoso, está pegado hacia las rocas del acantilado, es mas con gaviones y mallas se pueden ver las rocas, la luz es más baja, pues en la exposición se puede ver que estas dos décadas han sido como una vista a un muro ciego, la sociedad, peruana trato de negar esta realidad, se tiene dos caminos o se recorre el museo, o simplemente regresas, las escaleras son casi infinitas, no son continuas pareciera como que es un camino al vacio, indeterminado.
Hay espacios ya en el museo, espacios que podrían ser ‘residuales” pero que son la esencia del proyecto, no basta con solo ver una imagen de una carretera bloqueada en la época de paros armados con piedras es necesario, entrar y cruzar ese espacio donde se puedan escuchar y pisar estas piedras.
El edificio del áreas de exhibición presenta un muro ciego hacia el Lugar de la Memoria, con algunas abertura de vanos en algunos puntos críticos; el espacio de áreas de exhibición no solo quiere mostrar fotos de sucesos, y lugares donde se produjo la violencia; en el caso de la masacre del frontón, después de mirar las fotos, el muro se rompe se abre un vano, y se puede ver la isla del frontón, el mensaje a dar es que esos lugares son reales, son algo más que un papel impreso; hay otros espacios con cristales reflejantes dispuestos de forma aleatoria, la idea es que podamos vernos reflejados en ellos, como cuando uno se ve en un espejo roto; hay otro espacio circular donde se pueden oír las voces , y ver las fotos de los testimonios recogidos por la CVR, casi al final, hay un espacio, donde uno finalmente puede ver no solo la bahía, sino también las andenerías, y los 20 arbustos oriundos de la región quechua, es al final de las áreas de exhibición donde podemos ver todo claramente.
En este espacio se tiene no solo un cuaderno para anotar la apreciación de la visita al lugar sino que digitalmente uno puede escribir y esto puede verse proyectado, y aleatoriamente se pueden ver los mensajes.
Finalmente se baja por una escalera, se bajan cuatro niveles y se accede al lugar principal del museo, escarbado en la tierra de forma circular pues en ese espacio se tiene que necesariamente mirarse a todos lados, y como si los nombres escritos nos vieran a nosotros, esto trata de reflejar el desentierro de los cadáveres que dio lugar a la creación de la CVR, En este espacio circular con tres niveles están los nombres de muertos, y desaparecidos que la CVR ha logrado identificar, en esta lista no se dividen por militares, civiles, o ronderos, los nombres están allí porque ese espacio te obliga a reflexionar que somos uno, solo así es que finalmente podemos hacer memoria y recordar, finalmente se puede subir y contemplar los espacios abiertos, las andenerías, y subir al triangulo de la igualdad, los espacios abiertos son lugares de encuentro y como lugar donde el pueblo pueda expresarse.
Hay una frase que me impacto, y que me sirvió de inspiración para el lugar de la memoria; “tal vez aquí pensé encontrarla foto de Modesta, pero tampoco esta, ni foto ni nombre. Ella era mi madre”. Luis García. Espero que en el Lugar de la Memoria, Luis pueda encontrar el nombre de su madre.
Miguel Angel Barrientos Benites
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