4.01.2010

Pecados Nacionales




Todos nos sabemos los pecados capitales, al menos nos lo ensenan en los templos, o lo sabemos por cultura general, o sino porque vimos Seven (pecados capitales) en el cine o en la TV.

En los últimos meses he estado inmiscuido en el concurso arquitectónico del Lugar de la memoria, no pretendo dar un sermón, pero sí creo que la sociedad peruana adolece de varios pecados Nacionales, mencionare algunos pues la lista es larga ; les tengo que decir pecados porque las palabras quedan cortas, pues el lenguaje en el Perú es complicado, Los alcaldes para muchos no son corruptos, simplemente “roban pero hacen obras”; y no solo pasa en el Estado muchas veces el capital privado se colude con los ladrones, o se colude con el Estado, el soborno es el pan de cada día y todo el mundo busca su ”recompensa” pues los faenones son en el Perú “honorarios de éxito”.

Si amigos, este es uno de los pecados nacionales que cada día se cometen en el Perú, si queremos ser benévolos llamémosle el problema de la injusticia; en nuestro país una persona con influencia puede conseguir un indulto fácilmente y luego darse la gran vida, pero a la vez hay cientos de presos con diabetes, cáncer, enfermos de sida que no tienen ese trato justo, ?porque?, simple, ellos no tienen influencia, no tienen dinero.

Ante la constitución todos somos iguales ante la ley, pero en la realidad para muchos políticos tanto del gobierno como de la oposición esa hoja de la constitución la utilizaron ya en el baño, en el Perú la justicia cuesta.

Hace unos meses fui al Banco, a pagar un recibo de luz,  pues no tengo la suerte de muchos congresistas para poder robar luz, recuerdo que una señorita, dejo olvidada su cartera al lado mío; se acerco a la ventanilla de atención, hizo su transacción bancaria y se había olvidado por completo el bolso, la chica se dispone a salir se acerca por el pasillo, y yo simplemente le digo, aquí está tu bolso; la chica me mira sorprendida al parecer esto no es usual aquí. Ser honesto en el Perú es como no ser peruano, y como buenos peruanos no elegimos gente honesta, o peor aun todos dicen ser honestos;  Jesús dijo alguna vez, “quien es justo en pequeñas cosas lo será también en cosas grandes”; yo diría quien roba algo insignificante cuando sea gobernante robara mas; Hoy más que nunca el país sigue necesitando gente decente, los países prósperos son los que tienen un sistema judicial que funciona, donde la ley no es letra muerta, y donde la justicia no es un privilegio de pocos, sino un derecho de todos.

Hasta más vernos.

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