Hacía referencia a algunas cuestionadas figuras vinculadas con Fuerza 2011. En esta campaña ha tenido que defender a su equipo de los embates y despedir a algunos por sus excesos.
Por estos días en Lima, al hablar con críticos del fujimorismo, no es difícil toparse con el comentario: "Si no hay más gente de la época de su padre en el entorno de Keiko, es que porque están presos".
Entre las razones que esgrimen muchos de los que no desean una victoria de Fujimori, además del recuerdo de su padre, está el equipo de campaña de la candidata.
El 30% de los peruanos aseguran que no votarían por ella debido a las personas que la rodean.
Con Alberto, con Keiko
Varias figuras de su entorno pertenecían al gobierno Alberto Fujimori, quien cumple una condena de 25 años por violación a los derechos humanos y corrupción.
"Son los fujimoristas centrales, permanentes y leales al fujimorismo. Han jugado un papel importante en los noventa", le dice a BBC Mundo Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica.
Uno de los candidatos a la vicepresidencia de Fuerza 2011 es Jaime Yoshiyama, quien ocupó diversos Ministerios bajo la orden de Fujimori.
A Yoshiyama lo condenó la Justicia por haber participado en la disolución del Congreso en 1992, el llamado "autogolpe".
Otro de los señalados con insistencia en la recta final de la campaña ha sido el actual congresista y exministro de Salud fujimorista Alejandro Aguinaga, cuestionado por las denuncias de la realización de miles de esterilizaciones forzadas de mujeres entre 1996 y 2000.
Esta semana Aguinaga aseguró que el tema se sacó a relucir para desacreditar a Keiko Fujimori.
Negó que las esterilizaciones forzadas fueran sistemáticas. Las atribuyó a errores personales y casos esporádicos en el marco de un programa en el que las operaciones eran voluntarias.
La candidata aseguró esta semana que si había habido excesos, los rechazaba e hizo hincapié en que una investigación del Congreso no determinó ninguna responsabilidad de figuras del gobierno de su padre.
Quien también ha estado bajo el ojo público en las últimas semanas ha sido la abogada Milagros Maraví, integrante del equipo técnico de Fuerza 2011, quien en 1999 mantuvo reuniones con el polémico ex asesor presidencial de Fujimori, Vladimiro Montesinos, para defender al Estado en casos de violaciones de derechos humanos.
Keiko salió a defenderla, la tildó de persona "honesta" y la consideró "víctima de una guerra sucia".
Para el analista político Santiago Pedraglio lo más "preocupante" del entorno es que se compone de "gente que trae una experiencia de gobierno extraordinariamente pragmática que considera que respetar las instituciones no entra en sus variables".
"Nosotros matamos menos"
En la campaña de Fuerza 2011 no faltaron los comentarios poco afortunados.
"En la lucha contra Sendero Luminoso los mayores excesos se cometieron en los 80. En todo caso, nosotros matamos menos que los dos gobiernos que nos antecedieron".
El "nosotros matamos menos" que Jorge Trelles, ministro de Educación en el gobierno de Alberto Fujimori, pronunció un par de semanas atrás le costó su cargo como vocero de Fuerza 2011.
Otra que fue cuestionada por sus dichos fue Martha Chávez, quien presidiera el Congreso en la década del noventa, y ahora es legisladora del fujimorismo.
Chávez aseguró en la campaña que el presidente del Poder Judicial, César San Marín, deberá "rendir cuentas" por haber condenado al expresidente Fujimori.
Aunque en ambos casos Keiko desautorizó a sus colaboradores, el daño estaba hecho.
¿De afuera?
Pese a que este jueves, la candidatura de Fujimori recibió el apoyo de dos candidatos presidenciales que quedaron por el camino en primera vuelta (Pedro Pablo Kuczynski y Luis Castañeda), los analistas subrayan la carencia de asesores externos en el entorno de Keiko.
La explicación, opina Pedraglio, está en que la candidata nunca tuvo la intención de construir un espacio político propio, pues heredó el capital político y el entorno.
"Tiene serias dificultades, al menos en la campaña, para sumar colaboradores de fuera del fujimorismo. Creo que hay resistencia de parte de muchos de sumarse a esta agrupación", sostiene Tuesta.
La pregunta que muchos se hacen, además de si indultará a su padre –cosa que Fujimori ha negado una y otra vez en campaña, aunque en el pasado dijera lo contrario–, es qué rol cumplirá el exmandatario si su hija alcanza la Presidencia.
Algunos medios de prensa han denunciado que la Diroes, el centro de reclusión de Fujimori, hace las veces de cuartel de campaña del fujimorismo, algo rechazado por Fuerza 2011.
"Keiko tiene un punto débil: pese a ser una persona inteligente, formada y preparada, es muy dependiente en la toma de decisiones, sea por su padre o por su entorno –sostiene Tuesta–. Ésa es la preocupación de todos: que si gana, lo que regresa es el fujimorismo".
Juan Paullier
Enviado especial de BBC Mundo a Perú
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