"Somos una legión, no perdonamos, no olvidamos, espéranos.Anonymous". Este es el mensaje con el que este grupo global, transversal e inasible de ciberactivistas cierra sus comunicados. ¿Quiénes son? ¿Cuántos son? ¿Cuál es su estructura? Todas estas preguntas y más aletean por los despachos analógicos de políticos, empresas y policías, sin que en ningún caso hayan conseguido dibujar un árbol claro y comprensible de cómo funciona una organización tan poco conocida como las caras que se ocultan detrás de la máscara del héroe de V de Vendetta.
Anonymous funciona en realidad según una estructura digital que, como el agua, se escapa entre los dedos. Por supuesto, parece que hay "militantes" más comprometidos que otros, "hackers" que crean el programa inicial con el que se va a atacar a una institución, pero, a partir de ese primer momento, ese programa se difunde por blogs y redes sociales de una forma tan amplia y anónima que, llegar al punto del programador inicial, siempre ha sido un problema irresoluble.
La Policía acaba de decir que ha detenido a la "cúpula" de Anonymous en España. En la Red, esa expresión ha sonado a broma. En esencia,Anonymous no tiene cúpula, sino más bien una estructura de células que se entremezclan hasta el infinito. Por lo que sabemos de su funcionamiento, sus seguidores más comprometidos apuntan a un objetivo desde algún canal de chat IRC; y a partir de ahí, alguno de sus hackers programa la aplicación necesaria (normalmente un botnet, en el caso de los ataques de denegación de servicio), que luego se difundirá por todos los medios posibles, para que la use quien quiera. A partir de ahí, miles de ordenadores en todo el mundo se lanzan contra los servidores del objetivo elegido, hasta que "tumban" la página.
Anonymous ha atacado a la iglesia de la Cienciología, a la SGAE, a los Gobiernos de Egipto o de Túnez, y a las empresas que boicotearon a Wikileakes. Lo han hecho miles de personas en todo el mundo. ¿Cuántos? Imposible saberlo. Tal vez cientos en España, entre los más fervientes seguidores. Los hay que salen a la calle con sus máscaras, quienes apoyan a movimientos como el 15M en la Puerta del Sol, y los hay que se limitan a apretar el botón desde su casa cuando llega el momento.
Ángeles o demonios
¿Son ángeles o son demonios? El FBI, Interpol, la OTAN…, y casi todas las policías del mundo hablan de una nueva estructura de ciberdelincuencia global que ataca todos los días y a todas las empresas que pueden, que capturan datos, información, dinero. Los ejemplos de Sony o Citigroup apenas son una punta del iceberg en ese entorno de delincuentes sin pistola (y sin salir de casa). ¿Tienen que ver los hackers de Anonymous con esa amalgama de nuevos y desconocidos enemigos? Puede que en algún caso sí, y puede que en muchos otros no, que realmente actúen de buena fe contra instituciones y poderes económicos y políticos.
La Asamblea de Parlamentarios de la OTAN les considera una amenaza, y en la respuesta por escrito de Anoymous nos dan alguna pista más sobre su organización (o desorganización): "No cometan el error de creer que pueden cortarle la cabeza a una serpiente sin cabeza. Si le cortan una cabeza a una Hidra, diez más van a salir en su lugar. Somos legión".
Según la Policía, los detenidos tenían capacidad para tomar decisiones y dirigir ataques. Pero, en Twitter ya es trending topic la etiqueta#cupulasinexistentes. Ese es el mensaje que la Red se ha apresurado a difundir, aunque uno de esos cientos de activistas más comprometidos tecleaba esta mañana: "Anonymous es un ideal y no tiene líderes. Pero la detención de nuestros compañeros es preocupante: toca aumentar nuestra seguridad".
Luis Corrons, un experto en seguridad de PandaLabs, afirma: "Cuando se habla de la cúpula de Anonymous puede parecer que Anonymous ha sido desmantelada en España, y me temo que nada más lejos de la realidad. Debemos recordar que Anonymous es un grupo muy anárquico y que no tiene una jerarquía como tal. No dudo, tal y como comenta la Policía, que los detenidos estuvieran implicados directamente en los ataques y hubieran tomado parte en la decisión de los objetivos a atacar, pero no por eso deben ser considerados la cúpula, ya que ese tipo de decisiones las toman sobre la marcha en los chat que mantienen, votando los diferentes participantes".
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