3.26.2011

¿POR QUÉ NO VOTARÍA POR TOLEDO?

Por si acaso el articulo es de Renato Cisneros; para los que creen que estoy en abierta campana contra Toledo, ex presidente a quien respeto, pero que RC, nos hace recordar algunas razonas por las cuales el no votaría por Toledo.













Porque fue un presidente mediocre que dejó el gobierno con lamentables huellas de corrupción y una aprobación que no superaba el dígito. Porque, aunque en su momento convocó a buenos técnicos, hoy muchos de ellos son sus rivales políticos, lo cual es un síntoma objetivo de que algo funciona mal cuando Toledo está al mando.

Porque su partido, Perú Posible, no existe: es una plataforma ocasional, que se activa como eficaz maquinaria en coyuntura electoral pero que el resto del tiempo brilla por su inoperatividad institucional.  Porque ha demostrado que su liderazgo funciona mejor desde fuera del Ejecutivo que desde dentro. En los últimos años recorrió países, estableció contacto con líderes mundiales, organizó conferencias de primer nivel, promovió fundaciones de índole social, gestionó cruzadas filantrópicas. Además se dio tiempo de hacer agudas observaciones a los descuidos del presidente García. Ese es el mejor Toledo: el que, desde la periferia del poder, lo ausculta como un auténtico portavoz de oposición. De hecho, ese fue el rol que cumplió para tumbarse a Alberto Fujimori en el 2000, y vaya que lo hizo bien. Con el fajín puesto, sin embargo, su talento concertador no se maximiza, se empobrece. Vencido por la megalomanía y la soberbia, incurre en excesos de todo tipo, pierde los estribos, toma decisiones apresuradas, actúa presionado por las varias lealtades surgidas durante la campaña.  

Además, no le está ofreciendo al electorado nada muy distinto de lo que mostró durante su gobierno. Y, aunque él tenga una percepción exageradamente optimista del trabajo que hizo en Palacio, el Perú que él dejó el 2006 no es igual al del 2011. Hoy tenemos nuevos desafíos, nuevas necesidades, otra clase de descontento. Su nuevo eslogan (“lo hizo, lo hará”), lejos de reconciliarnos con sus méritos políticos, nos tienta a enumerar sus miserias humanas: negó a su hija Zaraí (lo hizo, lo hará); benefició una y otra vez a su parentela (lo hizo, lo hará); mintió con el cuento del secuestro cuando sobran indicios de su nocturno paso por el Hotel Melody (lo hizo, lo hará); desencadenó diversas crisis gubernamentales por su falta de temperamento y por ser demasiado condescendiente con personajes como Olivera o Mufarech (lo hizo, lo hará). En vez de desmarcarse tajantemente de la sombra del Cholo veleidoso en que se convirtió, nos advierte que podría volver a encarnarlo.           

Tampoco votaría por él porque –salvo la cirugía que le borró las patas de gallo– no ha cambiado nada. Un ejemplo es que sigue siendo tan voluble y populista como antes: después de haberse negado al antidoping electoral esgrimiendo buenos argumentos (los de un ex presidente que está por encima de sus rivales), acabó sometiéndose a la prueba toxicológica para no espantar a un electorado que, a estas alturas, ya comenzó a verlo con reticencias.  

Toledo fue necesario en su momento para sacarnos del pozo en que la dictadura nos hundió. Este ya no es su momento. Su descenso en las encuestas prueba que la gente ha cambiado de opinión respecto de su figura. Tras emocionarse con su regreso a la escena, la ciudadanía ha entendido que el Perú de hoy necesita otro tipo de conducción, una que el Cholo –por muy sano y sagrado que teóricamente sea– ya no está en condiciones de asumir.

J Bruce(psicólogo) luego de ver este video por Twitter, dijo "al final voy a terminar votando por Esika, la propagande de Toledo estan mala!!!

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